Es necesario encontrar equilibrio financiero entre las necesidades de los accionistas, empleados y clientes; una buena gestión financiera nos ayudará, a la:

• Obtención de beneficios en un período largo de tiempo: uno de los principales objetivos de la gestión financiera es poder optimizar estos beneficios lo más posible, para continuar invirtiendo;

• Aumentar el valor de mercado: en otras palabras, la gestión financiera de una empresa busca aumentar la capitalización de la compañía, lo que trae como ventaja que el monto de los beneficios se multiplicará para los accionistas;

• Mantener la liquidez y la solvencia: todos los objetivos de la gestión financiera están relacionados unos con otros, beneficiándose entre sí. El crecimiento de los beneficios de la compañía está en estrecha relación con la liquidez, es decir, su capacidad para abonar el total de sus deudas, y con la solvencia, es decir, la administración de las cuentas.

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